El parto por cesárea es una intervención quirúrgica que se realiza para facilitar el nacimiento del bebé, cuando por alguna razón el parto vaginal no es posible.
La asistencia al parto vaginal es la manera prioritaria que se plantean las madres y el equipo de profesionales de Entredones Ginecología a hora de planificar el nacimiento del bebé.
A pesar de ello, en ocasiones debe realizarse una cesárea por indicación materna o fetal. En España, uno de cada cuatro bebés nace por cesárea.
Durante la intervención, nuestro equipo acompaña a la mujer y a su pareja de una manera respetada, favoreciendo un entorno agradable y tranquilo.
En la cesárea también se puede realizar piel con piel con el bebé. Si hay alguna dificultad para realizar esta práctica con la madre, el acompañante de la mujer puede hacerlo.
La anestesia utilizada en la cesárea habitualmente es una anestesia regional llamada peridural o anestesia intradural. Este tipo de anestesia le permite a la madre estar despierta de cintura para arriba y estar consciente en el momento del nacimiento del bebé.
Solo en casos urgentes, por causas maternas o fetales se puede requerir de una anestesia general.
Durante el parto por cesárea no se siente dolor, aunque se pueden notar molestias como presión o estiramientos.
Tipos de Cesáreas
Las cesáreas electivas, son aquellas que se programan antes del inicio de
trabajo de parto. La decisión de realizarlas se debe a alguna de estas causas:
• Sospecha de macrosomía fetal, peso estimado superior a 4 kilos.
• Presentación de nalgas, transversa u oblicua.
• Factores uterinos: dos o más cesáreas previas. Miomectomía previa.
• Placenta previa.
• Patología materna que desaconseje el parto vaginal.
• Infecciones maternas con riesgo de transmisión en el parto vaginal.
• Indicación fetal: prematuros extremos.
• Cesárea a demanda.
Las intervenciones electivas deben programarse en lo posible a partir de la semana 39 del embarazo para disminuir el riesgo de dificultades respiratorias en el bebé.
Las cesáreas de recurso son aquellas que se realizan durante el trabajo de parto, por algún problema inesperado. La decisión de realizarlas se debe a alguna de estas causas:
• Riesgo de pérdida de bienestar fetal.
• Inducción del parto fallida.
• Parto estacionado.
• Desproporción pélvico-fetal.
• Sospecha de desprendimiento prematuro de la placenta.
• Progresión no adecuada del parto o de la dilatación del cuello uterino.
¿Es posible tener un parto vaginal después de una cesárea?
Un gran número de mujeres, que tienen como antecedente obstétrico una cesárea previa, podrán dar a luz por vía vaginal en el siguiente parto.
¿Cuántos días hay que estar ingresada tras la cesárea?
La mayoría de las mujeres regresan a casa tras pasar tres o cuatro días ingresadas después de la cesárea.
La recuperación inicial de la madre en el hospital depende especialmente de como haya transcurrido la intervención.
La recuperación total, puede durar unas 4 o 6 semanas.
Riesgos o complicaciones del parto por cesárea
Los riesgos que existen en una cesárea son similares a los de cualquier intervención quirúrgica.
Actualmente, con los protocolos establecidos para esta intervención las complicaciones no suelen ser frecuentes.
Algunas complicaciones que pueden presentarse son:
• Lesión de la vejiga, u otros órganos cercanos.
• Hemorragia intraoperatoria.
• Infección de la herida quirúrgica.
• Dehiscencia de la cicatriz.
• Formación de trombos que pueden obstruir los vasos sanguíneos.
Aunque la cesárea es una operación segura para la madre y el bebé, la misma requiere un período de recuperación más prolongado que el parto vaginal.
El nacimiento del bebé es un momento muy especial en la vida de cualquier mujer. No debería considerarse a la cesárea como un fracaso a la hora de dar a luz.